Algunas mujeres pueden querer apreciar su vestido más importante para siempre, algunas pueden querer guardarlo para sus hijas, pero algunas piensan en venderlo. Si lo estás pensando, ¡aquí está todo lo que necesitas saber!
Ya sea un collar viejo, una taza de café o una prenda de ropa, todos tenemos algunas cosas que realmente ya no necesitamos, pero simplemente no podemos obligarnos a deshacernos de ellas. Al igual que los tótems, estas pequeñas cosas son un vínculo con el pasado, una persona querida o un recuerdo apreciado, y odiamos verlos desaparecer. La verdad es que el sentimental casi nunca es práctico.
A veces es posible renovar, revivir y encontrar un uso para estas cosas nuevamente, lo que definitivamente debería hacerse si es posible. Pero, dado que un vestido de novia (con suerte) no es algo que deba usar nuevamente, tal vez sea hora de pasárselo. Si alguna vez decides ir por algo así, ¡aquí te mostramos cómo vender tu vestido de novia!
Lo primero que debe saber sobre la venta de un vestido es cómo describirlo. Se sabe que los detalles sellan el trato, así que sea preciso. El diseñador y el color son imprescindibles, incluya el número de estilo y tenga cuidado con los tamaños: incluya caderas, cintura, longitud y busto.
No evite mencionar los daños, ya que solo serán un obstáculo desagradable más adelante. Si no está seguro de la condición de su vestido de novia, verifique, no quiere hacer que la vida de una futura novia sea más difícil de lo que ya es. ¿Recuerdas el caos en el que estabas? ¡Entonces, verifique dos veces!
Usa palabras simples
No, en serio, tenga en cuenta que no todos son expertos. La mayoría de la gente ha oído hablar de la catedral o el tren real, pero esas son expresiones profesionales, y muchas no tienen idea de sus medidas reales. Es muy importante describir su vestido con sinceridad y de una manera que todos puedan entender.
Sea específico sobre el tren o la longitud del velo, ya que estas son las pequeñas cosas que son las que rompen el trato cuando se trata de comprar un vestido. El tema y el lugar juegan un papel importante para determinar qué tipo de atuendo es apropiado, así que asegúrese de destruir todas las dudas potenciales que pueda tener un comprador.
Piensa como un PR
La presentación es esencial. No necesitas un título, pero sé creativo. El truco es crear una imagen de un vestido de novia atractivo e interesante, así que tacha palabras como "viejo", "usado" o "de segunda mano". Utilice "parece nuevo", "elegante" o "vintage" en su lugar. Y trate de entrar en la mentalidad de "novia" una vez más. ¿Qué te atraería? ¿Cuál fue la descripción que asociaste con tu vestido el día que lo compraste? Úsalo.
Usted sabe que todo el mundo está persiguiendo que ‘este es el precio del vestido, y que las mujeres pueden pensar que es más difícil tener esa sensación con un vestido ya usado. Muéstrales lo equivocados que están. Siéntete libre de contar un poco sobre cómo te hizo sentir la primera vez que te lo pusiste. Si lo haces de la manera correcta, querrán sentirse de la misma manera y, posiblemente, ¡querrán el mismo vestido!
Agregar fotos
Las redes sociales dejaron una cosa clara: puedes usar audio, íconos de emoción o frases divertidas, pero si quieres ser reconocido, necesitarás imágenes. La gente no comprará un vestido de novia si no puede verlo, así que tenga mucho cuidado al tomar fotos.
Encuentre el ángulo correcto y no fotografíe su vestido de novia sobre una superficie plana. Póngalo en una percha o use una vieja foto recortada de usted mismo. Fotografíe su vestido tantas veces como desee, pero elija la vista frontal, la vista posterior y la vista completa, antes de publicar primeros planos.
Establecer el costo
Ser realista. Use el precio mayorista (la mitad del costo original) como guía. Intenta no esperar demasiado. Probablemente obtendrá alrededor del 35% del precio original, especialmente en las tiendas de consignación.
¿Sabías que los vestidos de novia de Elizabeth Taylor y Audrey Hepburn fueron subastados por millones de dólares? De hecho, muchas celebridades, como Christie Brinkley y Tisha Campbell-Martin, hicieron lo mismo con sus vestidos. Sí, es posible que no puedas conseguir un vestido fuera de este mundo para tu vestido, como estas chicas, ¡pero siempre puedes usar algo de dinero extra!
Entonces, tal vez es hora de renunciar a esa rutina de mantener las cosas viejas y casi inútiles en la casa. ¡Aprecia tus recuerdos, sabiendo que crear nuevos probablemente sea aún más importante!