Ella sabe mejor: lecciones de vida para aprender de las madres

Ella sabe mejor: lecciones de vida para aprender de las madres

Comience poco a poco limpiando su habitación, y es posible que también sea completamente capaz de manejar las cosas más grandes. ¡Las madres siempre saben mejor!

¿Cuándo fue la última vez que pensaste en lo que tu madre te enseñó cuando eras niño? Estas cinco lecciones son una explosión del pasado y un recordatorio de cómo las lecciones de la infancia se traducen en el mundo de los adultos.

1. Pon tu mejor pie adelante

madre e hija hablando

Esta es una noción milenaria de que las madres, abuelas, bisabuelas y otros modelos a seguir en nuestras vidas nos han impresionado desde que tenemos memoria.


Cuando presentamos nuestra mejor comida, hacemos lo mejor que podemos en cualquier tarea, ya sea trabajo, amistad, relaciones, un proyecto creativo o ir al supermercado a recoger huevos y leche.

En el mundo de hoy, la tecnología y nuestras vidas orientadas hacia adentro manejan tanto que puede ser fácil olvidar que hacer lo mejor es tan importante como hacer las cosas en sí.

Si lo hacemos bien la primera vez, lo mejor que podamos, es menos probable que suframos desilusión, dudas y fracasos porque sabemos que hicimos nuestro mejor esfuerzo, y todo lo que podemos hacer desde allí es aprender y progresar. . Esa es una posición poderosa para estar.


2. Verificación de 30 segundos

¿Alguna vez dejaste algo y luego lo buscaste un poco más tarde para descubrir que ya no está y que no puedes recordar dónde lo dejaste?

Entonces, la voz de tu madre aparece en tu cabeza preguntando: "¿Hiciste tu verificación de 30 segundos?" Te pateas porque no, no hiciste esa doble verificación fácil y tonta, y la única vez que no lo hiciste eso, dejaste algo atrás.

Este pequeño truco para asegurarse de tener todas sus pertenencias también se traduce maravillosamente en la vida real. Cuando surge una situación, o es necesario tomar una decisión, puede hacer la verificación de 30 segundos: regístrese usted mismo antes de seguir adelante.


Esta es una lección increíble sobre la autoconciencia: aprender a controlar, escuchar, responder y mirar a nuestro alrededor antes de avanzar o hacer algo fuera de nuestra rutina normal es una lección de la que todos podríamos beneficiarnos de vez en cuando.

La autoconciencia es lo más importante en un mundo bombardeado por la conciencia de otras personas que influyen en la nuestra. Necesitamos recordar registrarnos con nosotros mismos. Si podemos hacer eso, podemos vivir una vida más segura, más feliz y más satisfactoria.

3. ¡Cepíllate los dientes y lávate la cara!

madre e hija de compras

Me doy cuenta de que no tenemos seis años y sabemos cómo mantener las prácticas básicas de higiene, pero ¿ha considerado que podría haber más que eso?

Cuando somos jóvenes, nos regimos por las rutinas matutinas y nocturnas. Cada familia tiene diferentes rutinas, pero hay algunos conceptos básicos que parecen existir en la mayoría de las familias, como cepillarse los dientes y lavarse la cara antes de acostarse.

A medida que crecemos, nos volvemos más independientes y establecemos nuestro propio conjunto de rutinas. Ciertamente espero que todos todavía nos estemos lavando la cara y cepillando los dientes, pero ¿qué otras rutinas hemos decidido continuar o renunciar?

Los estudios sugieren que la instalación y práctica de rutinas tiene beneficios positivos en nuestra aptitud mental y emocional. Cuanto más ocupado e impredecible sea nuestro mundo, más importantes serán esas rutinas ordinarias y obvias.

Escucha a tu madre, lávate los dientes y lávate la cara, entre otras cosas, ¡y tus días serán más fáciles y suaves!

4. Mantenga su habitación limpia

Mantener un ambiente de vida limpio y ordenado es clave para ordenar y organizar su vida. Si comenzamos en el lugar donde comenzamos y terminamos nuestros días, nuestras habitaciones, asegurándonos de que generalmente son un espacio decente para estar, entonces, por costumbre, comenzaremos a traducir nuestros hábitos limpios en otras áreas de nuestras vidas.

Volver a lo básico, como tener una habitación limpia, puede ayudarnos a recordar que cuando la vida se vuelve difícil o parece estar completamente fuera de nuestro control, podemos hacer algo al respecto. Podemos dar pequeños pasos y controlar las pequeñas cosas.

Puede haber sido cierto que nuestras madres querían que tuviéramos cuartos limpios porque no podían soportar que sus hijos fueran un vago, pero cuando insistieron en la higiene básica del espacio, nuestras madres nos estaban preparando para practicar comportamientos que realmente podrían ayudar cuando crezcamos y tengamos que limpiar algunos problemas de la vida real en el futuro.

Comience con algo pequeño: limpie su habitación y es posible que también sea completamente capaz de manejar las cosas más grandes.

5. Sé inteligente

madre e hija cocinando

Siempre me dijeron: "Solo es fácil una vez que sabes cómo hacerlo, y solo sabes cómo hacerlo cuando te educas". La mayoría de nosotros tenemos el privilegio de asistir a la escuela en nuestra juventud.

Si aprovechamos esa educación, hacemos lo mejor que podemos, presionamos tanto como podemos y aprendemos todo lo que podemos mientras estamos allí, es posible que podamos encontrarnos con una educación aún más alta.

Con una educación, nuestro mundo se expande, nuestras mentes se desarrollan y nuestras perspectivas se vuelven más dinámicas. Una vez que comenzamos el camino del crecimiento a través de la educación, nos volvemos libres: nuestro mundo se abre para nosotros y las posibilidades se multiplican.

¿Qué lecciones te ha enseñado tu madre? ¡Haznos saber!

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Etiquetas: lecciones de vida

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